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¿Es imprescindible la universidad para triunfar? El debate que reabre la empresa Palantir con su beca «antitítulos»

Curiosidades

Durante mucho tiempo se ha asumido que obtener un título universitario era la llave maestra para alcanzar el éxito profesional. Sin embargo, nombres como Bill Gates, Mark Zuckerberg, Richard Branson, Steve Jobs, Larry Ellison, Jack Dorsey o Amancio Ortega demuestran lo contrario. Todos ellos alcanzaron la cima sin haber completado estudios superiores.

Uno de los mayores críticos del sistema universitario es Peter Thiel, cofundador de PayPal y Palantir, quien ha impulsado una iniciativa que va justo en la dirección contraria a las becas tradicionales. En lugar de premiar las mejores notas o el expediente más brillante, su propuesta consiste en animar a los estudiantes a abandonar la universidad y sumarse a su empresa.

Cobrar por no estudiar: 5.400 dólares al mes

Palantir ha lanzado una propuesta que rompe esquemas. Su «Beca de Meritocracia» está destinada a jóvenes que hayan finalizado la secundaria y hayan optado por no matricularse en la universidad. A cambio, reciben una remuneración mensual de 5.400 dólares durante cuatro meses de prácticas en la compañía.

Esta beca refleja la visión que tienen en Palantir sobre la educación superior. Alex Karp, CEO de la empresa, lo resume así: «Todo lo que te enseñaron en la escuela y en la universidad sobre cómo funciona el mundo es intelectualmente erróneo», declaraba en una entrevista con CNBC.

Una forma de protesta… y de fichar talento

Más allá de atraer a jóvenes con potencial antes de que entren en el circuito universitario y sean reclutados por otras empresas, esta iniciativa se suma a la cruzada personal de Peter Thiel contra el sistema educativo estadounidense. No es nueva: desde hace años, Thiel financia con 100.000 dólares a jóvenes que quieran emprender, siempre y cuando dejen sus estudios universitarios. Es lo que se conoce como la «Thiel Fellowship».

En la convocatoria de esta nueva beca se critica duramente el funcionamiento del sistema universitario: “Los criterios de admisión en muchas universidades se han vuelto opacos y subjetivos. Se ha perdido la meritocracia, y en su lugar, los campus se han convertido en focos de caos y radicalismo”, afirma el texto. Como incentivo final, los becarios podrán optar a puestos fijos en la empresa tras su paso por el programa. “Olvídate de las deudas. Olvídate del adoctrinamiento. Obtén el título de Palantir”, concluye la convocatoria.

¿Y los riesgos?

Aunque suena tentador trabajar en una empresa tecnológica puntera sin pasar por la universidad, hay aspectos a tener en cuenta. Tal como señala el empresario y profesor Vivek Wadhwa en Forbes, abandonar la universidad puede tener consecuencias a largo plazo.

Según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. (2024), quienes poseen un título universitario ganan, de media, un 86% más al año que quienes solo tienen estudios secundarios. Además, la universidad sigue siendo un espacio clave para generar redes de contactos, muchas veces fundamentales para el futuro profesional. Sin ir más lejos, Bill Gates conoció en Harvard a Steve Ballmer, quien sería su socio en Microsoft.

¿Está el sistema universitario desconectado del mundo real?

La crítica de Thiel no es aislada. El informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo de 2024 revela que más de un tercio de los universitarios en España (35,8%) terminan trabajando en empleos que no requieren titulación, lo que refleja una desconexión entre la formación académica y las necesidades del mercado.

Por ejemplo, sectores como el desarrollo de software o la inteligencia artificial acumulan cientos de vacantes sin cubrir porque la formación universitaria no está preparando a los estudiantes para esos puestos. Las empresas terminan asumiendo la tarea de formar a sus trabajadores desde cero.

Habilidades por encima de títulos

Estudios como Dismissed by Degrees (realizado por Accenture, Grads of Life y Harvard Business School) destacan que muchas compañías exigen titulaciones para empleos en los que lo más importante son las habilidades, no los diplomas. Por eso, cada vez más empresas –como IBM o Amazon– están cambiando su política de contratación y valorando más las capacidades técnicas que los estudios universitarios.Un enfoque con el que también simpatiza Mark Zuckerberg, quien apuesta por identificar y potenciar talento más allá del expediente académico.

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